Se me hace que no existe viaje más incómodo en la ciudad de Mérida que el que hay que realizar para ir al centro de la ciudad. Y lo peor es que todo, absolutamente TODO lo importante está concentrado en ese pequeño espacio.
Podría escribir más de tres entradas con desventuras ocurridas en el centro de la ciudad, ¿y cómo no? cada vez que tomo el Komchen (autobús) hacia el centro me esperan toda una gama de sorpresas, que me mantienen a la expectativa... "¿Ahora qué demonios me va a pasar?"
La anécdota que quiero contarles pasó ya hace un tiempo, un domingo en el que desperté con un pensamiento implacable: "Olvidé hacer mis fotografías... ¡coño!". Dichas fotos eran tres, los conocidos/iniciados recordarán que eran para un concurso denominado "fotografía científica" en el que, o hacías eso, o retratabas a la tecnología en la vida cotidiana. Como todos los demás, yo escogí lo último por ser lo más sencillo y aproveché que mi hermano ya de por sí saldría al centro a tomar unas fotos para él. Lo acompañé con la condición de que me prestara la cámara un momento para hacer mi tarea y él accedió.
La parte interesante comienza cuando tomamos el autobús, como siempre que se va al centro. Normalmente escogemos el que tarda un tanto más en llegar, porque es el que se llena menos y se evita uno la molestia de andar entre tanta gente. Yo estaba un tanto nervioso por mantener a salvo la cámara DSLR, carísima, pero al fin y al cabo prestada.
Durante el viaje comprobé que la ciudad de Mérida es, en efecto, la ciudad más obesa del país más obeso en el mundo. Sólo un par de personas de las que abordaron el transporte podían darse el lujo de dar en los asientos sin hacerlos sufrir y el resto era más redondo que plano. Pero bueno, ese tipo de cosas importan un carajo si somos objetivos, ¿en qué me podía afectar?
Pasó un rato más y pasamos por la Mega Comercial Mexicana. Komchen frenó, haciendo ese característico ruido como de bombas de aire, demostrando cuan desgastado estaba. Sonaron tres pasos: uno, dos, tres. Entonces subió una señora acompañada de su hijo, aunque no se veía mucho más joven que ella.
Todos los sentados nos hicimos pendejos. Bien que nos dimos cuenta de que algo andaba mal con el hombre aquél, que no podía dejar de mover la cabeza como si asintiera. Algo balbuceó a su madre y ella sonrió, enseñando lo que quedaba de una dentadura amarillenta y ennegrecida de algunas partes. Él llevaba un refresco que bebía asquerosamente (sin tratar de sonar despectivo).
"Hijo de la chingada", pensé, no tratando de insultarlo ni refiriéndome a él, sino liberando cierto desasosiego que sólo podía provenir de lo que estaba viendo: el tipo venía a sentarse en un asiento vacío justo al frente, (aún a pesar de que su madre estaba sentada en otro lado, con un lugar libre para él) junto a un desgraciado al que no se le ocurrió llevar a alguien que lo acompañe. No pude olvidar lo que me había enseñado la experiencia, que era que a partir de ese momento comenzaba a joderse la aventura al centro.
"V... no quiero ser ese cabrón", le susurré a mi hermano, y creo haberle leído el pensamiento. Puede que no suene tan mal, pero el recién subido comenzaba a tratar de hacérle plática al infortunado que tenía junto. Por si fuera poco, cada vez que le daba un trago al refresco lo salpicaba todo, y podíamos escuchar tal variedad de ruidos bucales que nos reímos de los puros nervios.
Pero bueno, al menos eso fue lo único que sucedió en ese autobús. El resto, fue ya que llegamos al centro.
Compa, describes muy bien y si esas aventuras en el camion son de lo mas geniales y cambian por dia, hora, ruta jajaa Saludos
ResponderEliminarNada mejor que un camión del centro para una buena pringadita de sudor ajeno jaja!
ResponderEliminarPara la próxima llámame y yo te doy ride al centro ;)
ResponderEliminarTe tocará un cuñado así y va a terminar viviendo en tu casa
ResponderEliminarjajajajjajaja si me acuerdo que me contaste!! excelente post xD no puedo dejar de reirme jajaj
ResponderEliminarjajaja increíble descripción Isaac, pero y la parte dos? jeje
ResponderEliminarYou sir, remind me of a young Lex Luthor.
ResponderEliminarMuy buenoooo ;)
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