Hasta ahora no he hecho más que escupir lo más verdadero de mis sentimientos, y para los que me hayan leído antes (que no son muchos), sabrán que el centro no es lo único que describo de esa forma. Aprovecharé ésta vez para practicar la parte más inversa a lo que he expuesto antes: la metáfora. Porque si hubo algo en ese viaje que valió la pena, fue cuando finalmente logré la foto que quería para el jodido concurso, ignorando que ya después del incidente con la amable "señorita", estaba que me moría por salir de aquel maldito agujero del demonio. No es que lo sea siempre (durante la noche, es un encanto), pero el mediodía es implacable por aquella zona.
Nos encontrabamos a las afueras de la catedral, que de pronto se veía inmensa frente a mí. Dentro se escuchaban las promesas de las recompensas más valiosas, claro está, también resonaban las condiciones. Una voz robótica, acabó por recitar lo que creo que eran los últimos ritos.
De pronto escuché un sonido. Una vibración dulce, lisa y monótona, que sin que yo supiera por qué, parecía anunciar que algo se avecinaba. Era parecido a una alarma que daba un tono lo suficientemente largo para distraerme, parecido al sonido que entiendo que producen los cuernos cuando son soplados. No era un cuerno, era un caracol. Volvió a producir ese sonido que, de pronto, me puso la piel de gallina. Terminada la sonora demostración, el caracol descendió para revelar el rostro de un indígena, o al menos, de los pocos descendientes que quedan. Era una cara curtida, llena de laceraciones que habían sanado con el tiempo.
Quizá el encontrame fuera de una iglesia me recordó a una película y creí que también en ese lugar comenzaría a cambiar todo. Era como si de pronto, la ironía del maya a las afueras de la iglesia y la escalofriante nota de su caracol compusieran un llamado a los compañeros, como si de pronto fueran a reunirse todos en ese punto, tal vez para reclamar lo que siempre fue suyo y derribar todos los símbolos que les fueron impuestos.
Sonó una vez más. Noté que llevaba un rato con la mirada perdida mientras la mente se me retorcía y comenzaba a ver llegar, uno por uno, a los que conocían el llamado. Me adormecí en medio del éxtasis de una imaginación tan poderosa y me dejé llevar, curioso de lo que podría llegar a percibir. Parecía que el tiempo se congelaba, en medio de la gente que se abría paso a trompicones por uno de los pasillos más concurridos del centro.
El ruido del alboroto cotidiano cesó poco a poco, mientras aquél hombre se humedecía los labios, listo para hacer sonar su caracol una vez más. Esta vez lo escuché fuerte y claro, limpio, libre de toda la porquería que contaminaba esa sencilla nota. Me di cuenta de que tanto escuchar no solo me deleitaba, sino que me ponía nervioso. Seguía a la expectativa, esperando, deseando que un nuevo soplido no se demorara demasiado.
-¡Je! ¡Celular maya! -dijo un idiota de acento local.
Aquello rompió el encanto, pero al menos sirvió para que tomara mi foto y para que me diera cuenta de los gringos que observaban al maya. Todo parecia tan estúpido ahora que me sorprendió cómo caí presa de semejante hipnosis. Debe ser que acabé actuando como un turista y sucumbí, aunque por suerte, no tuve que comprar nada.
La verdad es que siempre he intentado lograr ese sonido con el caracol y nunca lo logro.. apesar de que lo puedo lograr con mis puños, supongo que es una mecánica distinta por dentro (LOLZ). Por otro lado sí que aboba ese sonido, pero a mí me da una sensación de hmm no sé.. Estilo cuando suenan las sirenas de Silent Hill cada que caía la noche? ESE tipo de sonidos me producen algo no grato. O como cuando suena a la madrugada el "aullido" del tren. Me estremece, no me agrada mucho. Qué cosas, objetos tan simples que pueden provocar sonidos tan peculiares y más aún, una sensación de extrañeza y ¿miedo?. En fin, me encanta el centro.
ResponderEliminarEl centro de Mérida es el peor centro del país luego del de Irapuato
ResponderEliminarMuyyy buena aventura isaac :) muy entretenido leer tus posts :D
ResponderEliminarJajajajaj.... Dios lo que te pasaooo.. pero bueno tiraste la foto que era lo importante.. Cool :)
ResponderEliminar